
Lori Goldberg
Al explorar el medio acrílico, me sumerjo en sus misterios, abrazando la interacción entre translucidez y transparencia, texturas y fluidez. Me cautiva cómo los reflejos y refracciones de la superficie danzan sobre mis lienzos, con tonos metálicos y pinturas de interferencia que añaden profundidad e intriga a mi obra. Derribando barreras autoimpuestas y aquellas de las que quizás no sea consciente, dejo que la espontaneidad guíe mi proceso artístico. Mis gestos pictóricos expresan una sensación de aleatoriedad que refleja el intrincado caos del bosque: una cacofonía sinfónica rebosante de vida, donde el micelio y las raíces se comunican para la supervivencia del bosque. Imagino el bosque como una orquesta, donde cada elemento contribuye a una sinfonía armoniosa y a la vez caótica. Con cada pincelada, entablo un diálogo con mis materiales, reflejando la interconexión de todos los seres vivos. Mi obra encarna esta vibrante interacción, invitando al espectador a sumergirse en la belleza de la vida, la lucha por la supervivencia y la resiliencia del mundo natural.
El bosque es una poderosa metáfora de la conexión humana y la necesidad de proteger nuestro planeta. Así como los árboles y el sotobosque dependen unos de otros para su sustento y fortaleza, debemos reconocer nuestros lazos compartidos en la vida. Al cuidar nuestro planeta, nos cuidamos inherentemente unos a otros, profundizando nuestra conexión con nosotros mismos y con los demás. Cada pincelada que hago refleja esta conexión, enfatizando la importancia de la colaboración y la comprensión en nuestro camino compartido.